Serie fotográfica sobre la lucha libre mexicana y las diferentes formas en las que la viven los atletas, aficionados, empresarios, artistas, intelectuales; el pueblo. Rudos, técnicos o exóticos, hombres o mujeres por igual en México todos tienen un favorito.
Cuando yo tenía 12 años, entre toda la niñez de este país cundía el fervor por la lucha libre. El impresentable sector infantil de mi familia no era la excepción. Todos teníamos a nuestro luchador favorito. El niño que era yo tenía también a su luchador favorito. Se llamaba, para efectos artísticos, “El Apolo” Anaya, y ese nombre me parecía una insuperable síntesis entre la cultura clásica y el día con día de los mestizos mexicanos.
Germán Dehesa; periodista, escritor y locutor mexicano.
