Para hombredelodo la ciudad es el escenario de variadas lecturas. Al recorrer las calles y plazas, bares y cafés, museos y bibliotecas describe episodios y secuencias que dan cuenta de los usos sociales y las condiciones físicas de la urbe. Pero la mirada del artista no se limita al espacio público, explora también cómo sienten y desean, interactúan y reaccionan las personas. Desde el trabajo comunitario busca hacer visible la problemática a la que se enfrentan cotidianamente los grupos más olvidados de la sociedad; en su obra es posible apreciar el aislamiento, y en ocasiones el menosprecio, al que son sometidas estas poblaciones vulnerables. Al descubrir, y sobre todo revelar, la ciudad habitada y vivida, hombredelodo capta la naturaleza imprevisible del ser humano.
